El esplendor de la ciudad de Buenos Aires, esta marcada por la magnificencia de sus características edilicias, la exquisitez de los detalles arquitectónicos y el eclecticismo de sus estilos. Rasgos que la vuelven una babel única y absolutamente personal.
En esta capital conviven los estilos mas sofisticados adoptados con la intención de reflejar las ultimas tendencias europeas que regían cada época. Los edificios barrocos, art nouveau, neo clásico, renacentista, art déco, y moderno se fueron mezclando con los nuevos símbolos de la modernidad en imponentes rascacielos, luces de neón y con los pocos vestigios coloniales que aún podemos encontrar.
En realidad, hay pocos signos de ese pasado colonial y en su mayoría son edificios neo-coloniales que intentaron reconstruir el estilo originario. Por lo general se concentran en el llamado "casco histórico" de la ciudad ubicado en los alrededores de la Plaza de Mayo.
A continuación, unas breves pero valiosas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de querer dar un paseo por la ciudad.
El Teatro Colón, considerado entre los mejores cinco teatros del mundo (por su tamaño, acústica y trayectoria). Ofrece visitas guiadas, opera, ballet y conciertos (vale la pena vistár su página). Se podría decir que es una cita obligada si uno se encuentra en buenos aires, su mística y majestuosidad es incomparable.
La Casa Rosada, es la sede del poder ejecutivo de la República Argentina. Dentro de la misma, se encuentra el despacho del presidente de la nación.
Es considerado uno de los edificios mas emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires. Alberga además El Museo de la Casa de Gobierno, con objetos relacionados con los presidentes del país. En 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional. La Casa Rosada ofrece una serie de visitas guiadas gratuitas.
La Catedral Metropolitana de Buenos Aires, es el principal templo católico de Argentina. Contiene en su interior, el mausoleo que guarda los restos del General San Martín. En 2013, con la elección del papa Francisco, se inauguró un museo dedicado a su figura.
La construcción actual (luego de varios intentos fallidos) fue iniciada en el siglo XVII y finalmente pudo ser concluida a comienzos del siglo XX.
El Palacio de Congreso de la Nación, siendo este edificio, uno de los congresos mas grandes del mundo, es aquí donde el Poder Legislativo de la Nación Argentina, desarrolla sus actividades. El Palacio fue inaugurado el 12 de mayo de 1906, para la apertura del 45º Periodo Legislativo.
El Palacio Barolo, fue construido en 1923, por ese entonces era el edificio mas alto de la ciudad y de américa del sur. Este edificio tiene a su hermano de estilo ecléctico, construido por el mismo arquitecto en Montevideo, el Palacio Salvo.
Este edificio esta lleno de analogías y referencias a La Divina Comedia, motivadas por la admiración que su creador profesaba por Alighieri. La división general del palacio, sigue la estructura de La Divina Comedia.
Este palacio singular, puede ser también visitado.
Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Este edificio fue concebido entre los años 1909 y 1910 para albergar la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, es la única construcción neogótica de carácter no religioso de la ciudad de Buenos Aires.
Galerías Pacífico, es uno de los centros comerciales mas importantes y emblemáticos de la ciudad.
Estaba inspirado en las grandes galerías europeas como la Vittorio Emanuele II en Milán. Ya por ese entonces, contaba con algunos adelantos tecnológicos como los ascensores mecánicos, la iluminación y la calefacción centralizada. Se estima que la galería se pudo dar por concluida hacia 1905.
Edificio Otto Wulff, lamentablemente no se encuentra en su mejor estado de conservación, no obstante, sigue manteniendo su impronta y sigue cautivando la atención de los observadores. Este edificio se levanto sobre lo que fue la vivienda del octavo virrey del Río de la Plata .
La construcción se terminó en 1914 y fue sede de la embajada del imperio austro-húngaro hasta su disolución luego de finalizada la primera guerra mundial. Su estilo arquitectónico se encuentra dentro del Jundenstil que es la versión germana del art-nouveau, pero también, tiene rasgos renacentistas, neogóticos y del eclecticismo.
Palacio de Justicia de la Nación. Es la sede de la Corte Suprema de Justicia. Este edificio de estilo ecléctico y monumental, fue proyectado en 1889, pero la crisis económica que se inicio al año siguiente, provoco la postergación del mismo durante casi 20 años. Otro de los factores que provoco su estancamiento, fue el inicio de la Primera Guerra Mundial. Pese a todo, el palacio se inauguraba en forma parcial, hasta que en 1942 finalmente fue terminado tal como hoy lo conocemos.
Palacio de la Legislatura. Es uno de los edificios mas grandes y llamativos de la ciudad de Buenos Aires. El inicio de su construcción fue en 1926 siendo luego inaugurado el 3 de octubre de 1931. En su arquitectura predomina el estilo neoclásico francés del siglo XVIII, una de sus particularidades es la imponente torre de 97 metros de altura con su reloj comando westminster, con un carrillón de 5 campanas. La legislatura posee una biblioteca y una hemeroteca abiertas al publico, además de sus tres Salones y el recinto de sesiones.
Cabildo de la ciudad de Buenos Aires. Si bien es un cabildo colonial, su estilo es el barroco de Lombardia. Su valor reside en su carácter fundacional e histórico, sus orígenes se remontan al año 1528 junto con la fundación de la ciudad, siendo el cabildo su ayuntamiento. Como símbolo histórico, fue el escenario central en la revolución de mayo de 1810 que derroco al virrey Cisneros y derivo en la guerra que llevó a la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
A lo largo de la historia, el cabildo se destino para diversas funciones, y el edificio fue reconstruido como también remodelado, en varias ocasiones.
No elegimos el cabildo como último edificio emblemático por ser menos importante, sino, todo lo contrario. Como ya dijimos anteriormente, su valor reside en su carácter fundacional, el cabildo se levanta a los pies de la plaza de mayo, como una imagen fantasmal de un pasado colonial, como piedra filosofal de una historia que poco a poco quiso ser enterrada por la opulencia y la majestuosidad de la Europa vanguardista. En su simpleza y austeridad reside el espíritu de toda una nación.
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